domingo, 17 de junio de 2012

Charlie Cairoli

Me gusta mucho fijarme en los payasos de toda la vida, sobretodo los que tienen rutinas sencillas, muy físicas, y, si pueden ser musicales, mejor. Por juntar todo eso considero a Charlie Cairoli como uno de mis ídolos dentro del clown clásico.

 

Otra de las cosas que me gustan más de Charlie es su estética tan parecida al vodevil (y, por supuesto, al cine mudo) Fruto de una  herencia que parece más teatral que circense. 

sábado, 9 de junio de 2012

Las vacaciones de Monsieur Pitt.

El director Wes Anderson y el actor Brad Pitt hacen un homenaje a Jacques Tati en este anuncio japonés de SoftBank.

Cuidado con los comediantes: Son unos charlatanes.

Encuentro este párrafo curioso en el prólogo de Manuel Ángel Conejero a las comedias de Shakespeare, El mercader de Venecia y Como gustéis, editadas por Cátedra. Me parece interesante a la hora de plantearse las diferencias entre la comedia y la tragedia sobretodo como texto dramático y desde el punto de vista del ritmo escénico. En fin, si esto lo tenía en cuenta ese tipejillo inglés y le iba bien, no veo por qué nos iba a hacer daño a nosotros...



Cómo gustéis es posible como comedia siempre que el diseño escrito- elaborado con abundancia, con exceso- tenga una correspondencia en el escenario: en la comedia debe ser evidente el virtuosismo de la expresión, el dominio verbal; en la tragedia por el contrario puede, a veces, ser más significativo el silencio. En la comedia hay que hablar y hablar... ¿Quiere esto decir que en la tragedia no hablan los personajes tanto o más que en las comedias? No es eso exactamente lo que apuntamos, sino que en la tragedia, los personajes hablan, se miran, a veces callan... El total de las palabras es quizás mayor que en la comedia, pero en esta ha de "parecer" que se habla más. Todavía más: ha de parecer que se habla para que otro no hable; que se habla porque no decir nada sería terrible. En Macbeth se habla para informar, para hacer posible el crimen, pero no para abrumar al que escucha. En Macbeth se habla y cuando no hay nada que decir, los personajes se esfuman, desaparecen, mueren. No así en la comedia, donde los personajes siempre tienen algo más que decir, hasta dar la impresión de que nunca llegarán a agotarse en su capacidad de decir ocurrencias, de estar brillantes.

sábado, 2 de junio de 2012

La Reseña de su vida.

EL MASTER DE MI VIDA.
por Oscar +AB.
Cuando yo lo conocí los personajes de Oscar +AB vivían entre La Calle del Merluzo y la Villa del Pingüino, esto es, con un pie entre Ibañez y Toriyama, accionados por motivaciones absurdas, picantonas, y muy a menudo, e incluso a pesar de su propio autor, políticamente incorrectas. Corrían que se las pelaban, hacían extrañas disquisiciones que amenazaban toda lógica, y en resumen, no podían más de ir de un lado a otro "tan con las ansias".
Pero la gente crece, y, aunque cueste creerlo, también los autores de cómics. De un tiempo a esta parte, y después del descacharrante y artesanal vídeo de dibujos animados "El basquet de mi vida" Oscar ha optado por un mundo más cercano, más real y más propio, contando anécdotas de su propia vida, cosas que le divierten y le motivan tanto como para compartirlas con los demás. Contando cosas que parecen comentarios de pasillo, de esos de echarte unas risas muy privadas, o no tanto, y  con las que acabas diciendo "esto tendría que salir en un tebeo".
LA REALIDAD ES MÁS MÍTICA XD QUE LA FICCIÓN. 
Con un principio un poco lento al cómic le cuesta un poco despegar... Despega, y funciona muy bien, con el retrato del profesor simpático del master, especie de ente benévolo que el protagonista (el propio autor) tomará como mentor para la segunda parte del cómic, que, en mi opinión, funciona mucho mejor que la anterior,  en la que ejercerá de profesor de Plástica y en la que le tocará compartir su experiencia con sus alumnos.
Se le dá muy bien el retrato de personajes, destaco en la segunda parte el carismático alumno enfermo, no carga las tintas, no hay más que irónicas representaciones gráficas de estados emocionales de su prota (que sí, que es él) Con un humor amable y continuo parece estar contando la verdad, al menos su verdad, y esto resulta simpático para el lector.
Si tuviera que buscarle una cierta influencia, un recuerdo de algo en la memoria, vería un poco de las series de "Érase una vez" (El humor amable, algunas metáforas, el personaje principal hablando a cámara en plan coro, su ritmo más descoyuntado) en la primera parte mucho más presente que en la segunda.
Luego está el TEMA. Eso que está detrás de la obra y que quizás ni siquiera el autor se ha planteado, yo creo que el TEMA de esta obra es el crecer, ese cambio que hay entre ser un alumno y un profesor, en verte en un sitio "adulto" cuando tú te has pensado toda tu vida que eras un niño, o al menos alguien joven, sin ese tipo de cosas graves que podríamos llamar AUTORIDAD o INFLUENCIA sobre los otros, algo que a veces te llena de orgullo y, a veces, te sorprende y saca de tus esquemas. Creo que la elección de este tema, sea casualidad o no, es lo mejor de este cómic, y si se trata de algo casual, no es falto de mérito por estar tan bien contado y con tanta sencillez y sinceridad. 
En este tiempo, con sus indignaciones, sus posthumorismos, sus ironías y sarcasmos sangrantes, que una persona te abra un trozo de su vida en un medio que se nota que ama, y lo haga sin ninguna pretensión, más que la de divertirse él mismo y hacer pasar un rato agradable a los demás, con toda la entrega que eso supone, resulta un grato y muy edificante ejercicio, algo para valorar y para agradecer.